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viernes, 19 de septiembre de 2014
La desmotivación en el corredor, algo que te llega alguna vez
Toma castaña. Si, hoy toca que hable de ese estado en el que el corredor que se entrena, que vive y disfruta con el día a día sufre alguna o algunas veces en su vida deportiva.
¿No te has dado cuenta que la vida es como un ultra? Una gran aventura, que tratas de preparar lo mejor posible, pero que a lo largo de tanto tiempo de esfuerzo te surgen momentos de bajón y otros momentos en los que te crees que puedes hasta ganar la carrera, de lo bien que te encuentras.
Y es bueno recordar que seguimos siendo personas humanas aparte de corredores empedernidos, en locos de la montaña o como quieras llamarlo. En nuestras vidas influye (doy gracias) más cosas que el que programar el entreno largo del domingo, a que carreras iré el mes que viene, o que tengo que ir a por barritas y geles al Decartón.
Familia, trabajo, y nuestra propia salud son grandes e importantes factores que están ahí cada día para recordarnos que seguimos siendo frágiles y maleables a los vaivenes de la vida y el destino de cada uno.
Si , también están los que viven obsesionados por conseguir tal rendimiento, tal puesto en una carrera y no ven otra cosa, y claro van sobre una cuerda floja que al menor contratiempo, el mundo se les viene encima. Para ese caso lo mejor es no tomártelo todo tan a pecho. Disfruta de esto, no lo conviertas en una obligación.
Para mí, 2014 no hay sido un año deportivamente a resaltar. Los vaivenes y la incertidumbre en mi vida me han hecho tener la motivación deportiva a la altura de los tobillos.
He corrido sólo dos carreras con dorsal, y otras dos cosas por mi cuenta, una solidaria, la Ruta de los Sexmos por Lucha con Leo y otra como fue la Travesía invernal del Camino de San Frutos. Pocos, sueltos y malos entrenos me han hecho bajar de forma a niveles que ya no recordaba en los últimos años.
Falta de tiempo e "incertidumbres varias" igual a falta de objetivos deportivos traducidos en grandes carreras o retos, como años anteriores.
Si , se que soy duro de coco, que tengo cabeza para aguantar carros y carretas, que en los ultras y en la vida me sobrepongo a momentos muy chungos, pero sigo siendo humano, maleable a las emociones y al final el subsconciente prioriza y deja de lado los asuntos accesorios para poder enfrentarse a los verdaderos problemas o interrogantes de tu vida.
Esa racha de desmotivación, algunas veces forzada por las situaciones nos llega en algún momento.
Y ¿qué puedes hacer? Púés dejarla que pase, todo es cíclico en esta vida e igual que vino se va.
Vendrán momentos de mejor estabilidad en la vida, en tu salud, en el trabajo, en la familia, que te harán volver a retomar más tiempo con tu pasión, el deporte, la carrera, la montaña.....
Deja recuperar esa lesión, volverás a otra carrera, carreras siempre habrá. Arregla esos malentendidos que no van a ninguna parte (¿se acordará de ello alguien dentro de 3, 4 o 8 años?), entrena lo que puedas, lo que el ritmo de tu vida actual te deje, no vivimos de esto ni hay que demostrar nada a nadie en ninguna competición. No es mi caso.
Volverás a salir a correr, te olvidarás de todo lo demás mientras bajas la ladera de una montaña o corres entre el bosque a primera hora de la mañana y te darás cuenta casi sin darte cuenta, que volviste a recuperar tu motivación.
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