En este post intentare resumir lo que viví en esta gran carrera el pasado 11 de mayo en la isla de la Palma. Para mi supuso mi primer contacto con un ultratrail en Canarias y que mejor estreno que correr la Copa del mundo de ultras, en la Transvulcania.
Como era de esperar, la noche de autos, me acosté pronto para dormir unas 3 horas, pues a las 2:00 sonó mi despertador avisándome que había que ir preparándose para la batalla que esperaba. A las 3 salíamos en autobús desde Breña Baja en dirección a la salida, en el faro de Fuencaliente, casi 2 horas de espera que se pasaron rápido, entre charlas con unos y otros y ajustes de equipo. La noche estaba espectacular, con algo de brisa, que refrescaba el ambiente. Pasadas las 5 me dirigí hacia el cajón de salida, después de estar charlando un rato en un grupo con Santi Obaya, Zigor, Fernanda Maciel y Miguel Caballero.
El ambiente era espectacular, los corredores se iban agolpando en la bajada hacia el arco de salida, mientras los speakers caldeaban el ambiente, presentando al elenco de galgos de montaña que se iban reuniendo en linea de salida, como Kilian, Luis A. Hernando, Sage Canaday (que acabarian copando el podio), las chicas con Emelie Forsberg a la cabeza, Fernanda, Lidia Gomez, Nuria Picas, ....Timothy Olson....los argentinos, venezolanos, italianos, franceses...faltaria espacio aquí para recordara a todos, Mohamed Ansal, varias veces campeón en Sables, la verdad que por un lado verte rodeado de corredores de este nivel te hacia sentir abrumado, quien me iba a decir hace unos años que iba a correr con estas estrellas del ultrafondo mundial....
Bajo la música de AC-DC, a las 6 se daba la salida. Mi amigo Tony ya me había avisado de las estrecheces en los primeros km, así que me puse en la zona delantera para evitar tapones muy gordos, aun así tuvimos que andar un tramo después de la salida, pues el embudo fue considerable. La lengua gigante de luces de los frontales iba deslizándose montaña arriba en busca de sus limites.
Se empezó a subir, sin pausa pero sin prisa, yo era consciente que quedaba muuucha subida, durante muchas horas.
En la oscuridad de la noche se paso por la zona del volcán de Teneguia, para enfilarnos después hacia Los Canarios.
Desde los Canarios, donde estaba el primer avituallamiento quedaban 1.300m de desnivel y 10km que se hicieron muy duros de pelar, salvando cuestas y crestas de ceniza y piedras volcánicas, entre bosques de pinos y viendo de vez en cuando a mi derecha la impresionantes vistas del mar y Tenerife al fondo con su Teide.
Llegue a las Deseadas(2.000m de altura) con las bielas al rojo , la subida se hizo interminable, me quedaban 9km para el Refugio del Pilar situado en el km 26,5, pero justo 3 km antes, me dio un latigazo el abductor derecho que me dejo k.o. por unos minutos, tuve que estirar y dejar que pasase el calambre. El esfuerzo estaba siendo muy importante y no llevaba un entrenamiento especifico hecho para estas subidas, así que el músculo no le cuadraba que le pidiera tal esfuerzo. Desde ahí a practicamente el punto mas alto, en el Roque de los Muchachos, no fui capaz de llevar un ritmo digno o bueno como he podido otras veces, los amagos de calambres en isquios y abductor eran permanentes y como pude, fui avanzando, unas veces mas rápido y otras mas lento, teniendo que parar muchas veces para estirar y evitar el salto del resorte muscular.
La hidratacion que llevaba era buena, creo que lo que fallo fue la falta de entrenos especificos, pero ya se que cada carrera es distinta y paso esto,como podía haber pasado otra cosa.
La cuestión es que pude continuar y pasados barrancos, volcanes y cumbres, me iba acercando a la zona del Roque, con sus telescopios allí encima, en lo alto, yo iba subiendo una cumbre detrás de otra, Pico de las ovejas, de las nieves, de la Cruz, pero los observatorios parecían que lo alejaban cada vez mas, el sol iba calentando mas, y por fin con casi sin fuerzas, alcanzaba el punto mas alto, a 2.600m de altura a las 15h, una hora mas tarde de lo que yo prevía, pero esto es así, mil factores externos e internos nos rodean y nos vemos influenciados por alguno de ellos haciendo que lo que pensábamos hacer en un principio ya no tenga lugar.
Después de comer un plato de pasta, sabiendo que lo necesitaba para bajar los mas de veinte km de caída y 2.600m de D-, emprendí la bajada, sinuosa, dura, y larga como ella sola, a ello se unió el calor de las horas centrales del día, que hacían desgastar aun mas las poco sobradas fuerzas que quedaban.
Quizás la pasta me devolvió fuerzas, porque pude bajar decentemente en muchos tramos a buena velocidad, adelantando a muchos corredores que iban ya vacíos de fuerzas.
Después de salvar la ultima caída de 500m de desnivel por una calzada mal empedrada, caía sobre la playa de Tazacorte, entre el jubilo y apoyo de los bañistas enfile la carretera que me iba a llevar a la ultima rampa antes de alcanzar los Llanos de Aridane, donde estaba situada la meta. Duros cuestiones que a pleno sol se hicieron largos hasta alcanzar las primeras casas de Llanos.
Qedaba enfilar la avenida principal y rodar por la alfombra roja y el pasillo de vallas amarillas atestado de publico que animaba sin parar.
Después de 12h10min entraba en meta, a las 18h10min, como el 292º en la general de 1.700 dorsales que salimos de Fuencaliente doce horas antes para completar esta ultramaraton. Satisfecho con ello, por haber acabado bien después de todo y sin ningún percance de importancia.
La Transvulcania es una de esas carreras que marcan, por su dureza, por su recorrido espectacular, por la organizacion y el ambiente alrededor de la carrera.
Dos cosas mejoraría para el año siguiente con respecto a organizacion, una, reducir el numero de dorsales, pues me pareció una pasada meter tanta gente por un parque nacional, y además el colapso que se montaba en los primeros tramos, no me pareció bien. Otra cosa que me pareció fatal fue el poco civismo y respeto por el entorno que vi en muchos corredores, dejando un rastro de envases de geles y bebidas. La organizacion debería hacer mucho mas hincapié en evitar esto para que no se repitiera este episodio bochornoso.
Pero la Transvulcania bien merece una visita, como mínimo una vez y vivirlo en carne propia es una experiencia única que nos deja un recuerdo imborrable.
PD: ah, y la carrera no tiene 83km sino 73km, medido por muchos gps tanto este año como en anteriores, el mio me dio casi 73km, y 4.600m de D+, lo que la hacen mas dura de lo que dicen.
Transvulcania previo